Por qué decir sí al Eneagrama de la Personalidad

Por qué decir al Eneagrama de la Personalidad

Por qué decir  al Eneagrama de la Personalidad

La intención de este artículo es exponer, de la manera más concisa posible, mi experiencia inicial con la herramienta del Eneagrama de la Personalidad. A la vez que intentar dejar claro que más que «ser simpatizante» de una herramienta, soy aprendiz de un método terapéutico que va mucho más allá del propio Eneagrama.

 

La intención también es intentar explicar que, efectivamente, tú no eres únicamente un eneatipo. Tú eres alguien único.

Y con la ayuda de una buena combinación de herramientas, se puede llegar a conseguir hacer consultas de autoconocimiento de la personalidad totalmente individualizadas en las que no se te va a meter en un cajón «de sastre» junto con un puñado de adjetivos.

No voy a explicar el Eneagrama ni los Eneatipos. No busques aquí esta información, aunque os dejaré enlaces.

En este sentido, los maestros y profesores tienen mucho que decir, y considero que me he formado en una de las mejores escuelas de Eneagrama que hay en este momento a nivel nacional e internacional.

Una escuela certificada, dirigida por profesionales sanitarios y con más de 15 años de experiencia, cuya finalidad no es «captar seguidores», si no intentar enseñar de la mejor manera posible, herramientas que bien puedes utilizar para tu día a día como para tu desempeño profesional.

Dicho esto, pido al lector apertura de mente y que esté atento a sus juicios automáticos. Para ello puede inspirarse en Sócrates, padre de la filosofía y de la famosa frase «Sólo sé que no sé nada».

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Un cocinero puede ser un maestro en el uso del cuchillo a la hora de picar verduras, limpiar pescados o preparar cortes de carne.

Y un psicópata asesino enfermo mental, puede ser un maestro del cuchillo a la hora de rebanar cuellos, causar heridas de muerte lenta o seccionar arterias.

En cualquiera de los dos casos, el cuchillo es la herramienta común y cumple su función sin que le agreguemos calificativos morales de si es buena o mala.

A lo largo de la historia se han ido creando multitud de herramientas, no solamente de uso físico, sino también de uso psicológico, terapéutico o emocional.

Puede que algunas de estas herramientas hayan sido olvidadas por falta de transferencia a las rutinas diarias. Puede que hayan estado demasiado sujetas a las creencias de la época o al estilo de vida del momento.

Pero hay otras que han sabido perdurar en el tiempo, y lo más seguro es que lo hayan hecho porque desde sus inicios hayan estado planteadas de una manera más objetiva que el resto, y se hayan basado en algo que va más allá de las modas de la época. También puede ser que hayan sido métodos que se han ido revisando y actualizando constantemente.

En este caso, el Eneagrama de la Personalidad no tiene un origen claro, pero la teoría que mantienen algunos es que vino derivado de un esquema casi matemático que el erudito medieval mallorquín, Ramón Llull, hizo de las nueve virtudes y defectos humanos.

Su intención fue, seguramente, intentar encontrar un esquema lógico y racional que convenciese de una vez por todas a los musulmanes de que se pasasen al cristianismo.

Obviamente no dio resultado, pero la base de valores universales que Ramón Llull trabajó en aquel «proto-eneagrama», atendía a virtudes y defectos que podemos ver en el 100% de la humanidad, independientemente de la religión. Y quizá por eso ha podido llegar hasta nuestros días.

 

En cualquier caso, a veces no es cuestión de revisar el orígen de la herramienta, si no de conocer su funcionamiento, sus posibilidades y sus límites. Saber cómo emplearla y para qué emplearla.

 

Y aquí es imprescindible la figura de un maestro, de alguien que te enseñe inicialmente todo lo posible sobre ella, para tú después corroborar o no en base a tu experiencia con ella.

Este es uno de los puntos clave del artículo, pues en lo que se refiere al Eneagrama, a día de hoy, uno de los problemas que nos encontramos es la falta de buenos maestros.

Hay mal entendimiento de la herramienta incluso por aquellos que dicen conocerla tanto como para enseñarla; y hay una moda errónea de dar explicaciones breves y «atractivas» que acaban desvirtuando la información y sacándola de contexto. 

Además se puede también notar una intención de casi «reclutar» seguidores, más que de explicar correctamente y dar a conocer el Eneagrama de manera profunda.

La simplificación y, por ende, las malas experiencias de las personas con la herramienta, han hecho que mucha gente desconfíe de este «círculo con flechas y números».

Volviendo a la idea inicial de los cuchillos; una vez aprendes en profundidad de qué va el Eneagrama de la Personalidad, conoces sus posibilidades y sus limitaciones, compruebas por tí mismo su funcionalidad y tienes clara su finalidad y dónde se puede aplicar y dónde no, descubrimos una herramienta neutra tremendamente útil.

Igual de útil que otras herramientas terapéuticas, psicológicas o como quieras llamarlas, que pueden coexistir con ella en este mismo momento.

Tranquilos que no me voy a poner aquí a explicar qué es el Eneagrama, para ello prefiero remitiros directamente a la web de la escuela en la que yo me he formado, AutoGnosis, de Alberto P. Chavarino.

Clasificar VS Etiquetar

 

Tendemos a clasificar cosas por naturaleza, y esto lo dicen los expertos, no yo.

Al parecer es uno de los requisitos básicos del ser humano para poder sobrevivir, porque uno de nuestros problemas radica en nuestra limitación para entender sistemas complejos.

Y si te interesa el estudio de la personalidad humana, necesitas de una clasificación, pues realmente es un sistema muy complejo.

El problema viene cuando las personas confunden clasificar con etiquetar, que es algo muy diferente.

Nadie quiere ser etiquetado. Y quien entienda el Eneagrama como un sistema de etiquetas, está equivocado de base.

La clasificación ayuda a recordar, relacionar, sintetizar mentalmente y tener un esquema que luego puede ser desarrollado.

Las etiquetas ayudan a saber la talla, el precio y si está de rebajas. También ayudan a que te devuelvan el jersey de tu hijo si se lo ha dejado en el cole.

Personalmente, cuando pienso en los eneatipos del Eneagrama de la Personalidad, pienso en unos conceptos, en una clasificación. Pero también visualizo esos conceptos como pestañas que, al hacer click, despliegan una cantidad de información extensísima que no puedes limitar a 9 adjetivos.

Los ítems de los eneatipos, es decir, que se diga que «el 1 es el perfeccionista» son simplemente llaves cognitivas que abren una definición muchísimo más extensa y compleja que va más allá de esa palabra. A la vez que también abre interrconexiones con otros eneatipos y con otros conceptos propios de la psicología de la personalidad.

Y solamente quien aprende bien el Eneagrama y ha tenido maestros competentes puede llegar a ver esto que estoy diciendo de la misma manera.

 

¿Hablamos de tus cosas?

Si quieres tener una sesión gratuita y echarme un cable en mis prácticas como futura terapeuta, puedes ponerte en contacto conmigo.

 

No son solo 9 tipos de Personalidad

 

En el Eneagrama se definen 9 tipos diferentes de personalidad de manera muy detallada.

Como he comentado antes, esto de «detallada» depende sobre todo de la escuela y el profesional con el que te formes.

A lo largo y ancho de todo el vasto mar que es Internet, puedes contrar personas que «enseñan» esta herramienta de manera o muy superficial, o muy cómica o de memoria, es decir, sin haber comprobado y contrastado su experiencia personal. 

¿Qué ocasiona este tipo de enseñanzas pormenorizadas? que se le reste credibilidad a este sistema de clasificación. 

Las personas se identifican mal, buscan confirmar lo que le han dicho otros, encuentran lagunas, situaciones que no corresponden y no concuerdan. Entonces deciden finalmente que no, que la definición de los 9 eneatipos no está bien, que es una generalización y que realmente no cumple su cometido.

 

Quien ha estudiado el Eneagrama a fondo y ha tenido buenos mentores, puede comprobar la gran capacidad orientativa de esta herramienta

 

Y el asunto no es meter a toda la humanidad en 9 cajones estancos. El Eneagrama es una interrelación detallada entre las 9 propuestas de personalidad, que además puede combinarse con otras teorías como la Teoría de los Instintos de Mario Sikora.

Es decir, que tenemos a 9 tipos de personalidad, y cada eneatipo tiene, además, dos eneatipos más en los que se apoya, que son sus flechas, y además tenemos que cada persona tiene un instinto predominante.

El resultado es que tenemos 27 subtipos de personalidad, no solamente 9. Así que lo que está claro es que si te interesa estudiar la personalidad con esta herramienta, saber que tienes que aprender todo esto puede ser el punto de inflexión. Puedes seguir adelante o echarte para atrás.

Porque a día de hoy la mayoría quiere respuestas rápidas. Y no está dispuesto a invertir mucho tiempo. Por esa misma razón es por la que a veces también se rechaza al Eneagrama.

 

Es más fácil decir «no sirve» que «no he querido estudiarlo en profundidad»

 

Digo esto porque hubo un tiempo que yo quería estudiar Astrología. Comencé poco a poco hasta que me di cuenta de la gran cantidad de cosas que tenía que llegar a saber. Era tan grande aquel campo de conocimiento que decidí dejarlo y buscar algo más sencillo.

Con el Eneagrama, que es infinitamente más sencillo, pasa más o menos lo mismo.

Hay personas que se abruman con el hecho de que conocer su personalidad no es solamente conocer las características de su eneatipo, si no que también tienen que tener controladas más o menos las características de dos eneatipos más y, por otro lado, el instinto predominante.

Comienzan a leer por su cuenta y a investigar. Se hacen un gran cacao, se aburren y lo dejan. Y luego pueden acabar diciendo que «aquello no tiene sentido».

 

La diferencia, como siempre, es quién te explica todo esto y el interés genuino que puedas llegar a tener

 

Si quieres saber más sobre los eneatipos, los subtipos y todo eso, una vez más te remito a la web de la escuela de Alberto Peña.

No es una simple definición

 

El Eneagrama no es una simple definición de cómo es un determinado tipo de persona.

 

«El Eneagrama nos ayuda a entender la naturaleza humana profundamente. Además, es un método terapéutico extraordinario para el desarrollo personal y la mejora de las relaciones» AutoGnosis

 

En el Eneagrama se pueden llegar a ver las virtudes, los vicios, los puntos ciegos y los grandes talentos de la persona.

Conocer este tipo de cosas no solamente nos ayuda a darnos cuenta en el día a día de nuestros patrones de comportamiento, de nuestros sesgos cognitivos predominates y de nuestra ceguera selectiva relacionada con nuestro eneatipo.

También nos ayuda a ver cómo podemos convertirnos en personas más equilibradas y más maduras, ya que se puede llegar a conocer casi milimétricamente qué es lo que podemos cambiar de nuestra personalidad y qué es lo que no.

O lo que es lo mismo, podremos discernir en qué enfocarnos, qué es lo que podemos controlar, y dejar de preocuparnos sobre lo que no podemos controlar ni cambiar.

Sin duda, dejar a un lado las rumias recurrentes de nuestra personalidad nos traerá mayor bienestar a nuestra vida.

 

«En resumen, el Eneagrama es un mapa de ruta extraordinario para el autoconocimiento y el progreso en la vida, el amor, el trabajo, la espitualidad y la búsqueda de propósito vital» AutoGnosis

 

Conocer el Eneagrama en profundidad, con seriedad y con la intención de querer conocer a las personas de verdad para comprenderlas y no juzgarlas, es invertir en una de las herramientas de autoconocimiento práctico más eficaces que yo conozco.

El Eneagrama es prácticamente un libro de instrucciones de ti mismo.

Conocer las limitaciones

 

Igual que el cocinero profesional corta la cebolla con el cuchillo cebollero, no remueve el sofrito con esa misma herramienta y, mucho menos, come con ella.

Con el Eneagrama pasa lo mismo, hay que saber hasta dónde llega.

El Eneatipo es un constructo psicológico, es una manera de ver la vida, son unos sesgos psicológicos, es la forma en la que percibes e interpretas la realidad.

Pero no te define al 100%

En nuesta personalidad intervienen otros factores a parte del psicológico. Nuestra personalidad es lo que nos han enseñado y lo que hemos aprendido, son nuestros genes, es nuestro entorno, es nuestro temperamento y es nuestra biología.

¿Y cómo aborda esto el Eneagrama? No lo hace, simple y llanamente.

El Eneagrama, con su clasificación de los eneatipos, se queda en la parte psicológica y nada más.

Para tener información sobre nuestra parte biológica, se pueden emplear otras técnicas. En la escuela AutoGnosis emplean la Morfopsicología, el estudio de los rasgos faciales.

No voy a entrar en este charco, pero, en resumidas cuentas el planteamiento es muy interesante y os lo voy a resumir.

El Eneagrama y la teoría instintiva son aspectos cognitivos de nuestra manera de ser. Es decir, surgen del aprendizaje, de la experiencia subjetiva del individuo, de su constructo psicológico que se ha formado desde la infancia.

Y la Morfopsicología complementa esa visión de la personalidad hablándonos de los aspectos puramente biológicos, es decir, nuestras necesidades y capacidades mentales, emocionales y físicas.

De esta manera, la Morfopsicología es fundamental para entender la individualidad de las personas, ya que arroja luz a muchos aspectos donde el Eneagrama no llega a explicar.

Con esto podemos cerrar un círculo en el que ya no solamente estamos hablando de 27 tipos de personalidad.

Estamos hablando de 27 tipos con infinitas posibilidades de rasgos faciales diferentes, lo que otorga la tan ansiada búsqueda de la individualidad.

Efectivamente tú no eres un eneatipo.

Tú eres un eneatipo con tu carga biológica concreta que te hace único.

Así que sí, como he dicho al principio, con la ayuda de una buena combinación de herramientas, se puede llegar a conseguir hacer consultas de autoconocimiento de la personalidad totalmente individualizadas en las que no se te va a meter en un cajón «de sastre» junto con un puñado de adjetivos.

Anita Balle

Publicista y Autora de este Blog

La parte cotilla de todo esto

Publicista, estudiante de Psicología y Morfopsicología. Aprendiz de coaches y otros mentores. Madre de familia y pareja de ingeniero. Actualmente viviendo en Hamburgo.

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