Eres igual de cotilla que el resto de los mortales
Advierto de una cosa, hoy puedo escribir algo y mañana podré pensar lo opuesto. Dicho esto, pasemos al momento cotilleo. ¿Quién es esta tal Ana?
Pues mira, soy lo más normal y corriente que te puedes echar a la cara, y más después de haber dejado el maquillaje y las mechas.
Me hago llamar «Anita Balle» porque fue la primera dirección de correo electrónico que me abrí allá por los 2000. Y me pareció tan genuina y artística que sigo fiel a ella.
Por lo demás, todo el mundo me llama entre Ana y Anita, excepto mi hermano que me llama «gordi». Sólo se lo permito a él, ojo.
Creé este espacio para expresarme con libertad y lo voy transformando y amoldando conforme considero. Esta es mi pequeña ventana al mundo.
¿Datos sobre mi?
Nací en Alicante en el 83, he vivido 3 años y medio en Gales -UK-, y ahora vivo en Hamburgo. A día de hoy estoy casada y tengo tres hijas que me remueven el piso emocional y me destrozan la habitación siempre que pueden. Me roban los anillos, me dan muchos abrazos y besos pero también me gritan despiadadamente y se enfadan cuando hay pescado para cenar.
Pequeñas tiranas imprescindibles en mi vida.
Soy publicista porque estudié Publicidad y Relaciones Públicas, pero siguiendo esa regla de tres podría decirte que soy muchísimas cosas más. Para quien no tenga claro qué es eso de publicista, yo lo suelo resumir en diseñadora gráfica y copywriter. Actualmente tengo una empresa con mi hermana y socia.
Se me da bien todo lo relacionado con las ideas, el conocimiento, la imaginación y crear cosas. Uno de mis puntos fuertes, y de lo que más me enorgullezco, es que capto rápido lo que el cliente quiere y soy muy autónoma en el trabajo. Laboralmente y fiscalmente, claro.
Mi trabajo no me apasiona tal y como dicen los gurús, pero es algo que se me da bien y lo disfruto.
Mientras sigo viviendo como la mayoría de los terrestres, con un trabajo que dignifica y con aficiones que completan, estoy formándome como psicóloga y terapeuta.
Estoy explorando la vía de convertirme en coach o terapeuta o como quieras llamarlo. A mi me gusta también la palabra acompañante, pero no de las nocturnas. Si te interesa esta parte, aquí tienes más información.
Desde siempre me ha gustado leer, escribir, culturizarme, saber más sobre temas que me van interesando y estudiar, estudiar y estudiar.
Disfruto mucho del silencio, de la soledad y la serenidad. Pero eso es imposible con tres hijas y un piso de 80 metros con dos habitaciones y un baño.
Un abrazo, Ana