Entrevista a Paloma Tomás

Entrevista a Paloma Tomás

Entrevista a Paloma Tomás

“Se nos ha perdido la felicidad por el camino al saltarnos las normas del juego más grande jamás creado: La vida.”

 

 

Paloma Tomás gestiona una casa de retiros de Valencia, la Hoya de Gualy, un espacio al que acudir para evadirse de todo aquello que al final molesta. Un lugar en el que reconectar con uno mismo, con la naturaleza, con el silencio y con lo que de verdad nos da la vida.

Paloma ha pasado bastante tiempo en esa casa, creciendo, observando, curioseando… Creció y viajó, se formó y entró en la vorágine empresarial. Ascendió, siguió creciendo y metiéndose en «la boca del lobo». Ella, que había crecido rodeada de libros de espiritualidad, de filosofía y de mucha sabiduría, acabó por sentir en su cuerpo la mella que ejerce el ritmo frenético del business. Viajar mucho, alejarse de casa, gestionar relaciones complicadas con el resto de personas, mucho estrés…

Paloma al final tomó las riendas de su vida, decidió redirigirla, dejar aquello y dedicarse a algo con más sentido para ella.

Muchas cosas de las aprendidas nos las cuenta hoy en esta entrevista. Y además nos obsequia con un regalito. Más abajo te cuento cómo acceder a él.

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La visión

 

Paloma ha pasado mucho tiempo en soledad, quizá más que un niño medio, desde pequeña se sentía cómoda en la introspección y en la reflexión. Se reconoce consciente de todas sus evoluciones como persona, tanto interior como exteriormente.

La biblioteca de su padre acabó de nutrir su espíritu, ya de por sí curioso por todo lo que tenía que ver con las personas, los comportamientos y el mundo más espiritual. En un momento de su vida vivió un evento con una amistad que le marcó y se dio cuenta de que en esos libros había herramientas con las que enfrentarse a la vida.

 

«Todo lo que pueda pasarte a ti, ya le habrá pasado a alguien; y es muy probable que la solución ya esté inventada«

 

Paloma Tomás aprendió a meditar, a observar y reflexionar sin saber qué era aquello realmente. Reconoce que a ella le sirve el identificar el problema e intentar buscar una solución, ya sea en sí misma o pidiendo ayuda a otro. E intentar buscar esa solución sin prisa, pero sin pausa. Con la paz que da saber que está ahí, y que terminará por aparecer.

 

«A la gente no le gusta compartir, puede identificar el problema pero a veces no pide ayuda si no sabe cómo solucionarlo. Contar el problema, a parte de la empatía que generas por la compasión, hace que te des cuenta de que tu problema no es tuyo, es humano. Compartir le resta un peso al problema muy grande»

Paloma os quiere regalar su guía para decir adiós a la autoestima

Paloma ha aprendido 4 trucos para evitar que la maldita autoestima y falta de confianza en sí misma sabotee todas sus ideas. Y las tienes al otro lado de este botón de aquí abajo.

Los retos para reflexionar que plantea Paloma

 
1. Dos motivos de los que nadie habla por los que la sociedad se ha vuelto infeliz.

 

Según Paloma, actualmente se fomenta mucho el individualismo con el desarrollo personal, por ser una herramienta que trata sobre todo sobre uno mismo. Cierto es que hay gente que lo necesita porque la mayoría no ha pasado tiempo en conocerse, y eso es importante. Pero quedarse ahí, en el cómo soy yo y en el cómo es el otro, en vez de mirar a los demás, no ayuda.

«Si tú dejas de mirarte tanto a ti y a tus cosas, de alguna manera todo se diluye. Cuando miras a los demás y a sus problemas te das cuenta de que el tuyo no tiene importancia»

Según Paloma el problema de cada uno se hace más grande cuando solamente se mira a sí mismo y no siente que él sea parte de algo más, de una comunidad con más personas.

El segundo motivo por el que la sociedad se ha vuelto infeliz es porque la gente se ha alejado de la naturaleza.

Paloma nos dice que las hormonas de la felicidad se consiguen con en contacto con los demás, con el movimiento y con el contacto con la naturaleza.

Para ella es necesario que la gente vaya a la montaña, vaya a la playa, ande descalzo, haga picnics en la tierra. Cada uno como pueda, pero que se recupere el contacto frecuente con la naturaleza, con los espacios verdes.

Y, como siempre, en todo esto hay que buscar el equilibrio. Unos ratos para ti y unos ratos para apostar por la comunidad, unos ratos de naturaleza y unos ratos para tus cosas.

 

2. Cómo tus creencias sabotean tu vida mientras tú crees que la dirigen a buen puerto.

 

Paloma nos explica su punto de vista en este aspecto. Según ella la mayoría de tus creencias no vienen de ti, si no que vienen de tus experiencias, de tus aprendizajes, de tus padres, de lo que te han dicho.

Ella pone el ejemplo de la autoestima. El hecho de que necesitamos una buena autoestima para salir de adelante es una creencia más.

«Yo siempre he tenido una autoestima horrible y he pensado que no podía hacer las cosas que quería, pero al final las he hecho»

Su propuesta es hacer cambios de armarios de creencias. Renovarlas cíclicamente. La experiencia cada vez te trae creencias nuevas y tienes que saber cuáles tienes y cuáles te sabotean y te impiden actuar en la dirección en la que tu querrías.

«Piensa en cuál es tu sueño y pasa olímpicamente de lo que diga radiomente»

Según Paloma, es necesario crearse el hábito de no hacer caso a nuestra mente. A ella, por ejemplo, le ha ayudado mucho el montañismo. En ocasiones se veía incapaz de subir las montañas, pero al final, paso a paso, llegaba a la cima.

De esto va eso de superar tus creencias y tu autoestima, según Paloma.

«Hay que aprender a identificar esas frases para trabajar y deshacerte de ellas»

 

3. La trampa del autoconocimiento, el autocuidado y el «auto» en general.

 

Paloma comenta que toda la industria del autoconocimiento ha derivado en deberes. Cuando para ella el autocuidado, por ejemplo, es interno.

Pero advierte que «hay que tener cuidado ya que el autocuidado es un pozo sin fondo y nuca vas a tener suficiente de ti, nunca te vas a conocer suficiente, te acabas metiendo en un bucle de ti mismo y no hay fin».

Paloma recuerda que la vida está fuera, que mirar dentro cuando es realmente necesario está bien, pero luego hay que dar tiempo para que lo que tenga que cambiar, cambie.

 

4. El gran aprendizaje que se puede sacar de la meditación del que nadie habla. Para ella, una de las mayores ventajas de aprender a meditar es que a la vez, se aprende a hacer eso.

 

Paloma medita 10 minutos al día y tuvo que aprender, como todos. Cuando empezó se dio cuenta de que al principio le picaba todo, le dolía todo, se movía todo el rato…

Ella comenta que el sistema es enfocarse en uno de los picores o dolores y empezar a escarbar a ver de dónde viene, cuál es su intensidad, etc.

Con todo este foco que pones en ese rinconcito te das cuenta que al final se esfuma, aunque luego vuelve. Este hecho le ayudó a entender, junto con la ecuanimidad, que las cosas pueden ser sin tener que juzgar si son buenas o malas.  Y eso, según ella, trae una paz.

«Al final, el gran aprendizaje es que sientas. Que te permitas sentir tus emociones, no anularlas»

Meditar no tiene porqué ser anular tus sentimientos, ni dejar ir algo que te molesta. Quizá tiene más que ver con sentirlo hasta lo más profundo de tu ser, y cuando ya no queda más que sentir, se va solo.

 

5. El propósito de vida

 

Según nuestra entrevistada, el propósito de vida es común a todos los seres vivos: vivir el mayor tiempo posible y lo mejor posible.

Pero ¿cómo haces la parte de “lo mejor posible”? Según Paloma con el método de prueba y error, buscando poco a poco una mejor versión de ti, viendo qué puedo hacer yo con mis cartas de hoy.

Paloma opina que para encontrar el propósito no tienes que irte a cosas grandilocuentes, y no tiene por qué ser la profesión.

Ella comenta que si no tienes un propósito, puedes coger el común de todos los mortales: donde estés, saca lo mejor y, sin perder de vista tu objetivo, lo que te gustaría hacer en tu vida, juega tus cartas.

«Para tomar decisiones yo me pregunto: ¿esto que voy a decidir me acerca o me aleja de las personas con las que yo quiero pasar la vida?»

También nos cuenta que hay otro propósito, para aquellos que piensan que hay que tener una vocación, que dejó escrito el Dalai Lama: influir positivamente en el mayor número de personas posible, lo que se te ocurra sin forzar, sin apego al resultado, fluyendo la vida y ayudando a quien puedas.

«Vivir lo mejor posible, dar lo mejor de mi a la gente de a mi alrededor»

Muchas gracias, Paloma, por ponerte en contacto conmigo y querer dejarnos esta visión de la vida, el propósito y el auto conocimiento. Recordad que tenéis un regalo de Paloma haciendo click aquí.

Si quieres contactar con su casa de retiros, aquí tienes su web: https://www.hoyadegualy.com/

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