No se si os pasa a vosotras/os, que hay días en los que tenéis la cabeza completamente repleta de pensamientos, de cosas, de ideas, de frases sueltas… Días en los que el tráfico mental es inmensamente denso. Se mueve, a veces rápido, a veces despacio… Pero lo que más notas es el apelotonamiento. ¿Os pasa?.
A mi me suele pasar, sobre todo al principio de cada ciclo. En la etapa menstrual. Pero creo que este mes ha sido mucho más intenso que otras veces y os cuento por qué.
Este mes de abril ha sido, cuanto menos, inusual, diferente, irregular… No sé qué astros han pasado por mi cielo, qué conspiraciones demoníacas -o celestiales- han habido, pero han marcado una especie de antes o después.
A veces cuando escribo este tipo de cosas me da la sensación de que soy una dramática, o que le doy mucha importancia a las cosas, pero realmente no encuentro otra manera de definirlo.
Que elija las palabras «marcar un antes o un después» no significa que me eche las manos a la cabeza, se me corte el aliento y viva en un estado de alucinación postraumática transitoria. No. Creo que, por una vez, estoy viviendo un periodo muy «cuerdo» en mi vida en ese sentido.
Digo que «han marcado un antes y un después» porque de verdad así lo siento, pero lo sorprendente -y lo bonito-, es que he vivido la experiencia desde una tranquilidad no muy usual en mí, como más adulta o más madura.
El agolpamiento de ideas en mi mente de este mes es debido a lo que considero un nudo que he desatado, una historia que he cerrado, un escollo que he conseguido salvar, -por lo menos esta vez-.
Puede que el haber conseguido atravesar esa puerta que antes era incapaz, me ha hecho entrar en otra habitación a la que todavía no estoy acostumbrada, y por eso la cabeza me da, literalmente, vueltas. Tiempo al tiempo.
Evolución como medida de crecimiento
Para mi el crecer no está relacionado con la edad o con la vida en sí. Crecer está relacionado con el aprendizaje de las experiencias que vivimos. Hay gente que vive y no aprende, no crece, no evoluciona. Hay gente que crece mucho siendo joven, hay gente que crece mucho siendo mayor, gente que crece constantemente…
Estoy completamente segura de que la vida es cíclica, de que vuelve y vuelve una y otra vez sobre los mismos temas. Lo que te pasa a los 35 te ha pasado a los 21, a los 14, a los 7… De una manera u otra.
La diferencia está en que un día, cuando te pasa lo mismo, tu reacción es diferente. Viene de otro lugar. Sin sentirte por encima de nadie, ni por debajo, tu reacción es otra. Y conforme pasa el tiempo te das cuenta de que esa reacción diferente ha marcado ese antes y después.
La magia de la vida, nunca me cansaré
Puede que sea muy emocional o poética o utópica en este sentido, puede que muchos no entiendan el por qué de decir estas cosas, pero me asombra la magia de la vida. Cómo te enseña todo lo que estás dispuesto a absorber en el momento que toca, ni antes ni después.
El cómo vives tus experiencias, las herramientas con las que cuentas en un momento u otro, el cómo reaccionas, las conclusiones que sacas, los apuntes que tomas… Todo esto forma parte de la magia de vida.
Y que no se confunda nadie, que no piense la gente que vivo un periodo nirvánico -si es que esa palabra existe-, porque además, el aprendizaje de este mes viene después de un golpe bien fuerte. Una hostia -hablando mal y pronto- con la mano abierta, un bofetón de esos de tres pares de narices.
Pero tras el asombro, después dolor, después luto, después reflexión… Tras eso hay lecciones. No siempre lo que más te conviene viene con el traje de buenas noticias.
Detrás de todo lo que pasa hay algo que aprender, y así crecemos.
Thank you live!
Etapa menstrual:
Esta etapa va desde el primer día de sangrado, día 1, hasta el 7º día aproximadamente, por lo que no necesariamente se acaba con el sangrado. Es una etapa en la que seguramente te puedas notar como dispersa en cierto sentido, debido a que tu mente está en proceso de proyección continua y te impide focalizarte 100% en algo. Al principio de la etapa se recomienda tener momentos de soledad y retiro para poder dar forma y para poder aprender de todos esos pensamientos y proyecciones que vienen a la mente. Es así como esta etapa se vuelve una etapa de aprendizaje, para mí, de ideas claras, de visiones de lo que de verdad quiero y de hacia dónde quiero ir. E incluso es una etapa que cierra todo el ciclo anterior, ya que puedes sacar conclusiones mucho más objetivas que en las anteriores semanas.
Foto: Adriana y Manuela, primas, abril 2019