Os presento al Eneatipo 7

Os presento al Eneatipo 7

El Eneagrama nos presenta 9 tipos diferentes de ver y filtrar la realidad. Son 9 gafas diferentes con las que ver la vida.

No se sabe si nacemos con el eneatipo o lo vamos desarrollando a lo largo de la infancia. Pero lo que sí se sabe es que una vez implantado a nivel cognitivo ese eneatipo, no lo cambiamos por otro.

Lo que hacemos es madurar y gestionarlo mejor, o peor, según el caso. Pero ni trascendemos, ni eliminamos ni cambiamos de eneatipo.

¿Por qué? porque hemos creado las conexiones neuronales en base a esa manera de filtrar la realidad, y cambiar eso es cambiar de cero toda la estructura de nuestra personalidad, es rehacer todas esas conexiones que hemos hecho desde bebés, y eso, a mi parecer es prácticamente imposible.

Conocer el Eneagrama es conocer las motivaciones humanas, es descubrir qué nos mueve, de qué huimos y qué es lo que está detrás de nuestro comportamiento.

Eso sí, el Eneagrama no explica todo sobre nuestra personalidad, pero sí que nos da mucha información y nos habla de una parte muy importante, lo que nos motiva a cada uno, qué es lo que queremos conseguir, cómo queremos sentirnos, qué es lo que nos da más miedo y de qué escapamos.

En este artículo os voy a esbozar al eneatipo 7. Con todos ustedes, «el entusiasta» del Eneagrama, el buscador de estímulos, el optimista y «siempre» juvenil: eneatipo 7.

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"Los Peter Pan"

Hola, así puede ser el eneatipo 7

El eneatipo 7 es conocido como “el entusiasta”. Son personas que sobresalen entre el grupo por su energía, su vitalidad y su visión optimista ante la vida.

Tienen un deseo de experimentar todo lo que la vida tiene para ofrecer. Quieren sentirse estimulados e ilusionados.

A mi me gusta explicarlo como el niño que abre los regalos de Navidad. Ese es el niño eneatipo 7 en su versión más pura, su cara de entusiasmo, alegría e ilusión al ver ese juguete nuevo tan esperado.

Lamentablemente la cultura del consumismo y la persecución del hedonismo sin control está haciendo que esta tierna visión del niño abriendo su regalo entusiasmado sea, cada vez, más y más escasa. ¿Qué niño se ilusiona ahora verdaderamente por los regalos de Navidad?

Suelen ser personas aventureras (según su instinto dominante, esos sí), que buscan nuevas oportunidades que les mantengan alejados del aburrimiento y la monotonía. Les gusta estar entretenidas y con planes que hacer, sitios que conocer, gente que descubrir, o cosas que elaborar…

A un eneatipo 7 le vas a conocer varios hobbies, aficiones y entretenimientos varios. Probarán deportes diferentes o actividades culturales varias, o les gustará estar en casa haciendo manualidades o jugando a videojuegos o juegos de rol, etc.

También pueden tener una gran vida social (otra vez, según el instinto predominante que tengan), con varios grupos de gente en su radar con los que mantenerse entretenidos a lo largo de la semana.

Evitan a toda costa la falta de opciones de entretenimiento, es decir, evitan el aburrimiento. Criptonita pura para este tipo de personas. Aburrirse no puede ser nunca una opción, y no hay nada bueno tras esa puerta.

También son grandes evitadores del dolor, las quejas, los dramas y el pesimismo. Esto va totalmente en contra de su planteamiento vital. ¿Cómo puede la gente sostener eso? Impensable para ellos.

¿Y por qué quieren tanto entretenimiento y estímulos? Porque quieren vivir la vida al máximo sin dejarse nada, porque quieren esa gratificación instantánea pero súper placentera del niño que abre su regalo de Navidad. Ese momento de romper el papel envoltorio o deshacer el lazo… Eso es lo que quieren que perdure para siempre…

El gran problema es que eso es momentáneo, y el segundo después en el que pasa esa ilusión y esa excitación, el eneatipo 7 siente que todo se desinfla y que eso que tanta ilusión le hacía ya no le complacerá más.

Hay una especie de decepción, de tristeza, de pérdida… Y el eneatipo 7 siente que nada acaba de llenarle, porque ese momento inicial siempre desaparece.

 

«Ilusionado por todo, enamorado de nada»

 

Ese impulso constante por evitar el aburrimiento y buscar gratificación inmediata, puede llevarlos a un estado de irritación tal que pierden el control de sus actos, se ven incapaces de contenerse y acaban mostrando una cara opuesta a la que dan en su mejor versión.

Pasan de ser los grandes entusiastas, a amargarles la vida a quienes le rodean.

Además es que pierden de vista las consecuencias de sus actos, no son capaces de pensar a largo plazo en cómo afecta ese comportamiento a los demás y, en muchos casos, evitan asumir sus responsabilidades.

Como todos los eneatipos del Eneagrama, hay una cara luminosa y una cara oscura en el eneatipo 7. Y como bien comenta Alberto Peña Chavarino en sus formaciones,» todos pendulamos en nuestra personalidad».

Y el trabajo de cada cual es volver al centro, al equilibrio, siempre que notemos que nos estamos yendo a los extremos y nuestros comportamientos comienzan a causar más daño que bien.

Este artículo está pensado para ayudar al eneatipo 7 a tomar conciencia de cómo su tendencia a la evitación del aburrimiento y su búsqueda constante por tener siempre opciones abiertas, puede provocar momentos de irritación, y cómo asumir la responsabilidad de sus decisiones y acciones les llevará a una vida más equilibrada y plena.

«Asumir la responsabilidad y gestionar la irritación es el gran reto de este eneatipo»

La naturaleza del eneatipo 7, descubrir el mundo, buscar experiencias estimulantes

 

La principal motivación detrás del comportamiento del eneatipo 7 es la estimulación constante, el mantenerse entretenidos, entusiastas, alegres y motivados por todo lo que la vida les presenta.

En su cara opuesta, el eneatipo 7 también se se mueve motivado por la evitación del dolor y del sufrimiento. Sobre todo el que le causa el aburrimiento, el no tener opciones diversas en su vida o el estar rodeado de un ambiente poco estimulante o de personas con tendencia a la negatividad, la queja o la pasividad.

Tampoco toleran bien el que les cierren opciones, decidan por ellos o tengan la sensación de que no pueden elegir su propio camino. Otra cosa que puede sentarles especialmente mal es que les interrumpan cuando están exponiendo sus argumentos.

Por todo ello es normal ver a la persona eneatipo 7 llenar su vida de experiencias placenteras y excitantes.

Se lanzan hacia la vida y hacia el futuro, siempre con la mente en lo que vendrá después, en lugar de detenerse a procesar, disfrutar y saborear el presente.

Esta búsqueda de estímulos y alegría les convierte en personas llenas de energía, carismáticas y sociables, dicharacheras. El famoso o la famosa «alma de la fiesta».

¿Cuál es el problema? Pues el que más de uno o una ya es capaz de vislumbrar. ¿Qué pasa cuando las cosas no salen como el eneatipo 7 espera?

Pues cuando los planes no salen como esperaban, o cuando se sienten limitados, las personas eneatipo 7 pueden reaccionar con irritación y frustración.

Este tipo de reacciones impulsivas son un reflejo de su necesidad de escapar de cualquier forma de sufrimiento.

También es normal ver que el eneatipo 7 cambia de parecer o, sin que uno se lo espere, esta persona acabe dejando o renunciando al proyecto o el plan que estaba en marcha. Saltándose a la torera el compromiso adquirido con los demás.

Aquí el sentido de la responsabilidad brilla por su ausencia.

¿A alguien le va sonando esto? ¿Algún familiar, amigo o conocido?

Por otro lado, en las ocasiones en los que el eneatipo 7 se sienta deprimido, tenderá a ocultarse y reflexionar en silencio de lo que le pasa.

En este estado también es común ver como este eneatipo tiende a ser frío y distante con los demás, se aísla de las personas y evita la conexión emocional con los otros.

Es una manera de mantener un distanciamiento que le ayuda a poner en orden sus ideas en el mejor de los casos.

Gula e irritación

El eneatipo 7 pertenece a lo que llamamos el área de la orientación en la Escuela de Autoconocimiento Autognosis.

Esto quiere decir que son personas que emplean sobre todo su mente, su capacidad cognitiva, para analizar y descubrir el mundo y la vida, y que normalmente están más centrados en el futuro, en la toma de decisiones y en asegurarse un porvenir a su gusto, un futuro placentero y satisfecho.

Para ello se obsesionan con la toma de decisiones, con el abrirse camino para tener opciones diferentes que les aseguren eso, un futuro agradable y sin sufrimiento innecesario.

El eneatipo 7 inconscientemente (y a veces conscientemente también) se puede preguntar: ¿qué camino tomo para asegurarme un futuro divertido, estimulante, ilusionante y alejado de la monotonía y el aburrimiento? ¿qué opciones tengo y qué camino escojo?

Ahí el eneatipo 7 tiene un gran problema, porque sabe muy bien que elegir una opción es descartar otra, ¿y si la que descarta es mejor que la que ha elegido y pierde esa oportunidad para siempre?

Es por ello que muchos eneatipo 7 tienen un gran problema cuando tienen que elegir. Y cuando me refiero a elegir, englobo todas la áreas de la vida: juguetes, ropa, casa, pareja, ciudad, trabajo…

El eneatipo 7 no soporta vivir sin opciones diferentes, pero paradójicamente no gestiona nada bien el tener que elegir entre ellas.

De hecho, el vicio del eneatipo 7 es la gula. La gula es querer probarlo todo, es la glotonería insaciable. Y en el caso del eneatipo no tiene que ver con la comida, es la gula de las experiencias, de los estímulos de la vida ofrece.

El peor estado del eneatipo 7 es un egoísmo radical que se impone a los demás sin miramientos.

Es aquél que busca saciarse constantemente y por encima de todo, sin tener en cuenta el daño que ocasiona a los demás por las decisiones que toma, o las reacciones que tiene cuando no se le da lo que pide.

Como los niños caprichosos, gritones, iracundos y demandantes.

Obviamente este extremo no se suele ver en sociedad de una manera tan clara.

Un eneatipo 7 que no es muy consciente, suele alejarse de cualquier situación que implique responsabilidad o consecuencias negativas.

Sin embargo, la vida no siempre permite que esto pase, y cuando se encuentran ante situaciones en las que no pueden escapar, la frustración y la irritación se pueden apoderan de ellos.

Otra comportamiento común es que si un eneatipo 7 se compromete a un proyecto que, a mitad de camino, deja de parecerle emocionante, su reacción puede ser abandonar el compromiso o buscar nuevas distracciones.

Pero este tipo de decisiones, aunque les alivian temporalmente, tienen consecuencias: relaciones afectadas, proyectos inconclusos y una sensación de vacío que nunca se llena.

 

«Grito porque tú me haces gritar»

 

Como hemos comentado antes, cuando un eneatipo 7 no lo está pasando bien, puede tender a esconderse o a irritarse de una manera muy infantil e incontrolada.

Cuando pierden los nervios, los eneatipo 7 suelen entrar en una espiral de malestar. Se sienten atrapados, limitados por las circunstancias, y su primera reacción puede ser la del enfado.

Es en estos momentos cuando su falta de responsabilidad puede volverse un problema.

En lugar de asumir las consecuencias de sus actos o palabras, tienden a buscar culpas externas, sintiendo que la situación les ha sido impuesta.

El impacto de no asumir la responsabilidad

La falta de responsabilidad tiene un coste alto para el eneatipo 7.

A corto plazo, pueden sentirse aliviados al escapar de situaciones que les incomodan, pero a largo plazo, la acumulación de compromisos no cumplidos y decisiones impulsivas puede afectar profundamente su vida personal y profesional.

Las relaciones cercanas pueden verse dañadas cuando las personas a su alrededor perciben que el eneatipo 7 no es confiable o que evita enfrentar las consecuencias de sus acciones, decisiones y compromisos.

De igual manera, en el ámbito laboral, la dispersión de su energía y la falta de enfoque puede llevarles a abandonar proyectos a medio camino, perdiendo así oportunidades valiosas para su desarrollo laboral.

Es importante que el eneatipo 7 entienda que no asumir responsabilidad por sus decisiones y acciones genera más sufrimiento del que están intentando evitar.

La verdadera satisfacción no se encuentra en evitar el dolor, sino en comprometerse plenamente con la vida y con todo lo que ella implica, incluso con los momentos difíciles y los proyectos a largo plazo.

Hablando de este tema, al eneatipo 7 le viene genial aprender a comprometerse y centrarse en un proyecto, ya sea laboral o relacional.

Además hay eneatipos 7 que han experimentado un gran avance en su madurez cuando se han encargado personalmente de situaciones complicadas que conllevaban sufrimiento de otras personas originadas por enfermedades o azar del destino. Explico esto mejor.

Aunque el eneatipo 7 tiende a evitar situaciones complicadas emocionalmente, depresivas, desmotivantes, duras o dolorosas, es impresionante la capacidad que tienen de atender, por ejemplo, a enfermos o a personas con necesidades que, por una u otra razón, están pasándolo mal.

El eneatipo 7 aporta una luz, un optimismo y una alegría que contagia a todos y, por ello, el resto de las personas adoramos tener a un 7 cerca, sobre todo en los momentos complicados.

Un eneatipo 7 que se ha hecho responsable de cuidar a una persona enferma, de ayudar a alguien en una situación desesperada o que se ha hecho cargo de sacar adelante a los suyos cuando la vida «ha apretado», es un eneatipo 7 que, estoy segura, habrá dado un paso de gigante en su maduración personal y habrá sabido apreciar que, incluso en el lado más deprimente de la vida, hay un motivo para sonreír.

Cómo ayudar al eneatipo 7 a darse cuenta

El primer paso para que el eneatipo 7 asuma la responsabilidad de sus actos es ayudarles a tomar conciencia de su patrón de evitación del aburrimiento y de situaciones incómodas. Aquí hay algunas estrategias prácticas:

 
Tomar conciencia del ciclo:

 

Ayudarles a ver cómo su comportamiento de evitar la incomodidad los lleva a un ciclo repetitivo de frustración e irritación.

La conciencia es el primer paso hacia el cambio. Animarles a que observen cómo reaccionan cuando las cosas no salen según lo planeado o cuando se sienten atrapados.

 
Reflexión sobre las decisiones:

 

Invítales a reflexionar sobre cómo sus decisiones pasadas han creado las circunstancias actuales. Esto les permitirá comprender que, aunque no siempre pueden controlar las circunstancias externas, sí pueden controlar cómo responden a ellas.

La frase clave aquí podría ser: “Mi situación actual es el resultado de mis decisiones, y tengo el poder de cambiarla tomando nuevas decisiones”.

 
Practicar la pausa:

 

Un eneatipo 7 tiende a reaccionar de manera impulsiva cuando está frustrado. Sobre todo si no ha practicado el autocontrol durante su infancia.

Ayudarles a practicar la pausa antes de reaccionar les dará el espacio necesario para tomar decisiones más conscientes y responsables.

Pueden utilizar afirmaciones como: “No tengo que reaccionar inmediatamente. Puedo esperar y reflexionar antes de actuar”.

 
Comprometerse con lo presente y bajar las expectativas:

 

Es fundamental que aprendan a comprometerse con el presente y con las responsabilidades que conlleva. Además de que comiencen a valorar la belleza en lo cotidiano y lo habitual.

Ayudarles a ver que el verdadero disfrute proviene de ver los frutos a largo plazo derivados de  comprometerse plenamente con lo que han elegido.

Pero para ello es necesario trabajar en ello y aprender a saborearlo poco a poco y sin prisas. Eludir las responsabilidades por la incomodidad que suponen solo trae más sufrimiento en el futuro.

Aquí también es vital que se den cuenta de su ansia de querer probar más y más cosas, del patrón de la gula, y que ese tipo de decisiones no le lleva más que a una vida insatisfecha y esclava de los impulsos.

Ejercicios prácticos para el eneatipo 7

Journaling diario:

 

Llevar un diario en el que reflexionen sobre las situaciones del día en las que se sintieron frustrados o irritados, y sobre cómo gestionaron esas emociones.

Esto les ayuda a identificar patrones y a mejorar su autoconocimiento.

 

Mindfulness y meditación:

 

La práctica de la atención plena les ayudará a conectar con el presente y a gestionar mejor sus emociones.

Pueden comenzar con ejercicios cortos de respiración consciente para calmarse antes de tomar decisiones impulsivas.

 

Responsabilidad gradual:

 

Proponerles empezar con pequeños compromisos y responsabilidades que puedan cumplir a diario.

Por ejemplo, acabar una formación con el máximo de dedicación y atención posible. Atender un proyecto de principio a fin, haciendo hincapié en que el cierre del mismo esté a la misma altura que el inicial.

Pedirles que esté atentos a las señales de su cuerpo o a las vocecitas internas que, casi seguro, le estarán recordando que se están perdiendo otras cosas mucho más interesantes.

Aprender a apreciar la satisfacción de los resultados a largo plazo, trabajados durante mucho tiempo, con paciencia y cierta templanza.

El objetivo es que, poco a poco, aprendan a comprometerse con sus decisiones, desde lo más sencillo a lo más complejo.

Conclusión: la trampa de la estimulación constante

El eneatipo 7, en su constante búsqueda de estimulación y entretenimiento, puede caer en la trampa de pensar que la satisfacción se encuentra en acumular experiencias sin parar.

Sin embargo, lo que realmente necesita es darse cuenta de que vivir en un estado constante de estímulo solo potencia una insatisfacción vital.

Esa “gula” por experimentar sin control les separa de su verdadero propósito: aportar entusiasmo, alegría y vitalidad a las situaciones cotidianas.

Cuando el eneatipo 7 está en calma y completamente centrado en un proyecto, asumiendo sus responsabilidades, es cuando verdaderamente puede desplegar su potencial.

Es en esos momentos de enfoque donde puede aportar su valiosa batería de ideas novedosas y originales, y es ahí donde encuentra la verdadera satisfacción, no en la dispersión y la búsqueda incansable de nuevas sensaciones.

Al hacerse cargo de sus actos y comprometerse con el presente, el eneatipo 7 descubre que lo que realmente alimenta su entusiasmo no es la cantidad de experiencias, sino la calidad de su participación en ellas.

Es así como puede vivir de manera más plena, aportando su energía contagiosa a cada situación y encontrando satisfacción en aquello que construye con calma y propósito.

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Anita Balle

Autora de este Blog

La parte cotilla de todo esto

Publicista y creativa de profesión, psicóloga de vocación y actualmente ejerciendo también como terapeuta. Madre de familia y pareja de ingeniero. Actualmente viviendo en Hamburgo.

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