¿Hablamos  un  rato?

Sesiones

Te propongo dos opciones. La primera es que tengamos una breve reunión de 30 minutos en la que puedas exponerme tu tema y hablemos de cómo el método con el que trabajo puede ayudarte.

La segunda es que directamente te lances a la piscina y hagamos una sesión de estudio de la personalidad detallada. Sea cual sea la opción, escríbeme y hablamos.

Pero ¿qué temas se pueden ver en la sesión?

Cualquier asunto que te preocupe. Puede ser una consulta para descubrir tu personalidad a fondo y poder tener así un mapa más claro del terreno en el que te mueves. En este tipo de consultas analizamos tus puntos fuertes, virtudes, puntos ciegos y vicios propios de la personalidad a través de varias herramientas.

Puede ser una consulta sobre problemas recurrentes en la vida, patrones que se repiten, emociones y situaciones que nos generan malestar, etc. Si te fijas, todos nuestros asuntos están muy relacionados con nuestra manera de interpretar lo que nos pasa. Así que conocer cómo ves tú la vida, puede ser la clave para solucionar bastantes temas.

También puede ser sobre problemas de gestión del estrés, situaciones de pareja o con los hijos, dificultades en la orientación de vida, o la imposibilidad de generar hábitos más saludables. Las rutinas diarias nos ayudan a mantener una estabilidad que nos permite centrarnos en cosas más importantes.

Si esto llama tu atención, escríbeme y me pondré en contacto contigo. Ante la duda ya sabes que podemos charlar un rato sin compromiso.

El método

El primero paso de cualquier método es la definición del problema. Es por ello que lo fundamental es saber qué tipo de personalidad tienes, cuáles son tus puntos fuertes a nivel mental, emocional y visceral, y qué cualidades o aptitudes vienen contigo de serie.

Para ello utilizo la Morfopsicología y el Eneagrama, dos herramientas muy potentes que, lejos de elucubrar e irse por las ramas en temas generalistas, van al detalle y hacen una radiografía casi perfecta de cómo eres y cuál es tu naturaleza y tu forma de ser instintiva.

Un vez tenemos los datos y las características de tu manera de comportarte y de interpretar e interactuar con la realidad, entonces abordamos los diferentes problemas que quieras solucionar. Llegados a este punto, el Coaching, las terapias Humanistas o de tercera generación como ACT o la Terapia Centrada en la Compasión nos ayudan a plantear objetivos y a desarrollar un paso a paso para alcanzarlos.

Sólo hay una manera para saber si esto funciona. Y es probarlo. Escríbeme y hablamos.

Formación